Un día de lluvia.

Un día como hoy es el momento perfecto para empezar un blog: llueve, hace un frío de muerte y el buen humor brilla por su ausencia. Vamos: parece que las gafas rosas se han perdido en algún sitio.

Soy un guiri. De un día a otro mi hogar, mi famila y mis amigos de toda la vida, lo cambié todo por un país desconocido, inseguridad de un inmigrante ilegal y una ilusión de poder tener una vida mejor.

Ahora estoy muy bien. Tengo el trabajo, un buen sueldo, he conseguido los papeles - una meta inalcanzable para muchos de los inmigrantes que vienen allí. Puedo mirar al futuro con una esperanza mayor de la que tienen muchos españoles, pero a pesar de todas esas cosas todavía me siento ser un forastero. O mejor dicho - la gente me hace sentir así.

No es algo muy marcado, como al principio. La gente ya no intenta engañarme en las tiendas, taxis o restaurantes. No es esto de ser un objeto de bromas lingüisticas (aunque es algo que se puede tomar con una sonrisa). Más bien es una sensación subconsciente de estar un poco fuera de la sociedad reflejada principalmente por tus amigos o los que crees que lo son.

¿Cómo se siente uno viviendo en un lugar nuevo? ¿Cómo percibe una cultura distinta a lo que tenía en su casa? De esas y otras cosas va a ser este blog. Quiero escribir estás cosas en castellano, aunque estoy consciente de no dominar esa lengua por total. Espero un perdón por las faltas gramaticales y ortográficas que pueda haber y espero que os guste leerlo.